lunes, 19 de enero de 2015

Los jóvenes... más vulnerables que nunca y ¡no lo saben!



Tres factores: mayor longevidad, edades más tempranas de retiro y menores tasas de rendimiento, producirán que nuestros jóvenes actuales se enfrenten a una situación a la que ninguna de las generaciones anteriores se había enfrentado antes en la historia: no recibirán una pensión que les permita vivir dignamente. Entérate.

 

Imagina lo terrible que se siente ser despedido de tu empleo. Quizá ya lo has vivido o tal vez no, pero lo cierto es que eso es algo durísimo. No sólo es el dolor asociado al rechazo, el miedo al futuro, la incertidumbre por lo económico; también tiene que ver con las ideas que te atormentan: “¿No fui lo suficientemente bueno? ¿Conseguiré trabajo pronto? ¿Y si no consigo nada?” Es algo realmente abrumador.

Ahora piensa que te dijeran: “No sólo estás perdiendo tu empleo, sino que además, durante los próximos 20 años ya no vas a poder conseguir un trabajo similar”. ¿Te imaginas lo tremendamente duro que esto podría significar para alguien? Pues esto sucede todos los días; se llama: jubilación.

Cuando te jubilas, te quedas sin actividad laboral y por lo general, no podrás conseguir una nueva nunca más, por lo menos no una del mismo nivel. ¿Qué hacen entonces las personas que se jubilan? Muchas dependen de sus hijos y otras tienen que seguir trabajando (cuando en realidad ya deberían estar disfrutando), aunque sea en un empleo menor o en alguno o varios oficios.

Sin embargo, todos los empleados del sector privado recibirán el apoyo que brinda la pensión del Seguro Social y eso ayuda bastante…o por lo menos, por ahora.

Por lo general, las personas que hoy están “en sus 40’s” (es decir, que tienen 40 o más años de edad) cuando se jubilen tendrán derecho a una pensión mensual, cuyo monto máximo podría alcanzar hasta los 45,000 pesos aproximadamente*. ¿Nada mal verdad?

Sin embargo, los que hoy están “en sus 30’s” (es decir, que tienen de 30 a 39 años de edad) cuando se jubilen tendrán derecho a recibir una renta vitalicia que será de un máximo de quizá solamente 25,000 pesos*. Por supuesto, este dato es estimado y el valor real dependerá de los años de ahorro, del rendimiento obtenido, de las comisiones que se paguen en el Afore, etc. La razón de que este grupo reciba menos que el anterior, se debe a que ya no tendrán derecho a la Ley anterior del Seguro Social (Ley 1973), su beneficio provendrá de la Afore en la que estén inscritos y por lo tanto, su pensión no se calculará con una fórmula matemática que garantizaba cierto monto; el beneficio ahora dependerá del saldo que se logre acumular.

Por último, las personas que hoy están “en sus 20’s” (es decir, que tienen de 20 a 29 años de edad) recibirá un beneficio máximo que será todavía menor, pues irá desde los 4,000 pesos[i] hasta quizá los 9,000, en lugar de los 45,000 que recibirá la generación que está en sus 40’s o los 25,000 que recibirá la generación que está en sus 30’s. ¿Por qué los más jóvenes recibirán un beneficio tan diferente? Pues porque en primer lugar, ellos tampoco tendrán derecho a la Ley anterior del Seguro Social (Ley 1973) y su beneficio también provendrá del saldo que acumulen en su Afore, pero en segundo lugar y más importante aún: las condiciones han cambiado para las generaciones que hoy están comenzando a trabajar.

¿Qué condiciones cambiaron? Primero, las nuevas generaciones vivirán más años gracias a todos los avances médicos y tecnológicos. Entre más años viva una persona, menor es el monto de la renta vitalicia que recibirá, pues el mismo monto que acumuló en su Afore, se repartirá entre más años de vida.

Segundo, aparentemente se está generando una tendencia en el mercado laboral de ejercer el retiro anticipadamente. Las edades de jubilación de los planes privados han ido disminuyendo: hace 10 años la edad temprana de retiro más común era de 60 años; actualmente esta edad es de 55 años y la tendencia es llegar hasta 50, en una buena parte de los esquemas privados. Esto tiene un doble efecto negativo: entre más temprano te retires, menos tiempo tienes para ahorrar y al mismo tiempo tendrás más años de gasto, por lo cual, el beneficio mensual será menor.

Y finalmente y no menos importante: las tasas de rendimiento siguen en niveles relativamente bajos. Cuando nacieron las Afores, las tasas promedio estaban en niveles de alrededor del 20%, actualmente han disminuido a niveles de 6 o 7%. A menores tasas de rendimiento, menores ahorros y por lo tanto, menor beneficio.

Estos tres factores (mayor longevidad, edades más tempranas de retiro y menores tasas de rendimiento) producirán que nuestros jóvenes actuales se enfrenten a una situación a la que ninguna de las generaciones anteriores se había enfrentado antes en la historia de nuestro país.

Si estás en tus 20’s, no creas que cuando te jubiles vas a recibir un monto similar al que recibió tu abuelo o al que estarán recibiendo tus padres. Tú vas a recibir una cantidad muy inferior a la que ellos recibieron o recibirán. Y esa cantidad también será muy inferior a la que estabas acostumbrado a recibir estando activo mediante tu sueldo.

Todos los jóvenes deberían saber esto. La buena noticia es que las personas jóvenes tienen toda su vida por delante para prepararse para este tema, pueden resolverlo si toman acción, pero primero tienen que saberlo y creo que muy pocos lo saben. Lo primero es tomar conciencia.

 

 

Contacto:

Correo: arturo.luna@mercer.com


Fuente: Arturo Luna. Los jóvenes… más vulnerables que nunca y ¡no lo saben! En: Forbes México. URL: http://goo.gl/Xyrgbe ACTIVA. 19 de  enero 2015 




martes, 13 de enero de 2015

ASAMBLEA NACIONAL AIGETT




Fuente:
 Movimiento nacional de enfermeras 2014. Por el reconocimiento permanente del trabajo profesional de Enfermeras,Trabajadoras Sociales y Fisioterapistas. Facebook > http://goo.gl/jsfEbQ


Más información: Asamblea Intergremial de  Enfermeras, Trabajadoras Sociales  y Terapeutas
Rehabilitadores físicos de la Secretaría de Salud. URL: http://porlasaluddemexico.wordpress.com/ ACTIVA. 13 de enero 2015


sábado, 3 de enero de 2015


Gustavo Leal F.*
El 15 de diciembre de 2014, desde la puerta de la Secretaría de Salud (Ssa), la Asamblea Intergremial de Enfermeras, Trabajadores Sociales y Tera-pistas Rehabilitadores Físicos se dirigió a la secretaria Mercedes Juan: “Venimos a dejar patente nuestro rechazo a las modificaciones regresivas operadas en el programa permanente de profesionalización, ejercicio 2014, publicado el 3 de septiembre y enmendado el 2 de diciembre, como resultado de la inconformidad manifiesta de las y los trabajadores por conducto de diversos escritos y de la movilización en esta ciudad capital y todo el país, modificaciones ahora publicadas con fecha 11 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación, bajo la pretensión de presentar el asunto ante la opinión pública como concluido”.
Y es que ese decretazo de Mercedes Juan preserva la naturaleza no universal del entero programa de profesionalización vigente desde 2006. Primero, mantiene la limitante para beneficiar a los menos, imponiendo el requisito de dos años de antigüedad como mínimo. También es excluyente porque todas aquellas licenciadas/os de base con cédula y seis meses o un año de antigüedad no tienen derecho a participar. Segundo, porque los trabajadores regularizados (Seguro Popular) no pueden calificar, ¡a pesar de ser sindicalizados!
Pero, en tercer lugar, la convocatoria enmendada –ahora publicada como decretazo– llama a la participación de todos los trabajadores de base que ostenten título y cedula de licenciados con códigos de auxiliar de enfermería A (7 mil 531 pesos), auxiliar de enfermería B (8 mil 241), enfermera general técnica (8 mil 719), enfermera general titulada A (8 mil 719), enfermera general titulada B (9 mil 268), enfermera especialista A (9 mil 621) y enfermera especialista B (10 mil 241), para aspirar (directamente y sin el enfoque escalafonario) a la remota posibilidad de ser beneficiados ascendiendo al código de enfermera general titulada C (11 mil 659 pesos).
De igual manera llama a los códigos de auxiliar de enfermería A ($7 mil 531), auxiliar de enfermería B (8 mil 241), enfermera general técnica (8 mil 719), enfermera general titulada A (8 mil 719), enfermera general titulada B (9 mil 268), enfermera general titulada C (11 mil 659), enfermera especialista A (9 mil 621), enfermera especialista B (10 mil 241), para aspirar a la remota posibilidad de ser beneficiados ascendiendo al código de enfermera especialista C (12 mil 893).
Este último código fue omitido en la convocatoria anulada, argumentando abusopresupuestario por parte de las profesiones. Pero ahora que la Ssa enmienda vía el decretazo, ¿acaso lo justo no sería otorgar a quienes ostentan título de doctorado el código de enfermera especialista D (13 mil 396 tabulador Ssa, 2014, zona II)?
Para trabajo social, en la anterior convocatoria, se llamaba a quienes ostentaran el código de técnico en trabajo social en área médica A (7 mil 718 pesos), técnico en trabajo social en área médica B (7 mil 763), trabajadora social en área médica A (8 mil 359) y trabajadora social en área médica B (8 mil 435) a aspirar exclusivamente al código máximo de profesional en trabajo social en área médica A (10 mil 913), mientras en la convocatoria enmendada –ahora decretazo– se agrega el concurso del profesional en trabajo social en área médica B (11 mil 143). También se contempla que la supervisora de trabajo social en área médica A (8 mil 719) y la supervisora de trabajo social en área médica B (11 mil 210) concursen aspirando a ser posiblemente supervisor profesional en trabajo social en área médica C (11 mil 452). Pero, como en la enfermería, se omite el código de supervisora profesional en área médica D (12 mil 243).
En la convocatoria previa, el terapista (7 mil 910), terapista especializado (8 mil 235) y supervisor de terapistas (8 mil 359) sólo podían aspirar al código de terapista profesional (M02104), que no aparece en el tabulador de sueldos Ssa 2014. Ahora podrán concursar para tal vez acceder al código de terapista profesional en rehabilitación (11 mil 659 pesos).
Si, de acuerdo con el SNTSA (oficio PRE/SP/-14, 17 de enero), la convocatoria 2013 apenas benefició a 48 licenciados por estado, ¿a cuántos cubrirá la convocatoria enmendada, hoy decretazo, de Mercedes Juan?
Después de la revisión de octubre 2014, en el IMSS, el salario tabular mensual del terapista físico (seis horas) suma 4 mil 98 pesos; el del terapista físico (ocho horas), 5 mil 465; el de trabajadora social (6.5 horas), 4 mil 92, y trabajadora social (ocho horas), 5 mil 37 pesos.
La auxiliar de enfermera general (ocho horas) suma 4 mil 239; la enfermera general (ocho horas), 5 mil 122; la enfermera especialista (ocho horas) 5 mil 840, y la enfermera jefe de piso (ocho horas), 7 mil 107 pesos.
Claro que también pesa, y mucho, el CCT-IMSS que otorga prestaciones con las cuales la rama supera el salario tabular. Lo que de ninguna manera niega la realidad de precariedad laboral.
Por todo ello la Asamblea Intergremial le recuerda a Mercedes Juan que: Usted faltó a su compromiso de atender a nuestra comisión representativa el 10 de diciembre, justo la misma fecha del documento intitulado Modificación a la convocatoria para la promoción por profesionalización del personal de enfermería, de trabajo social y de terapia física y rehabilitación, lo cual, lejos de ayudar en la solución del conflicto, lo acrecienta; además, por su pretensión de imponer obligatoriedad al despropósito de aniquilar el único programa, imperfecto desde luego, pero el único al fin, de promoción por reconocimiento de estudios superiores a los tres referidos cuerpos profesionales de salud.
La secretaria Mercedes Juan tendrá el próximo 6 de enero, Día de la Enfermera, otra oportunidad de escuchar, atender y ampliar reconocimientos a uno de los cuerpos de profesionales de salud más numerosos, responsables, además, del contacto directo con la pacientes y de la calidad de su atención.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
URL: http://www.jornada.unam.mx/2015/01/03/opinion/015a2pol